Las
carreteras
Su origen se ubica a más de 5 mil años atrás. Y aunque han
tenido diferentes usos a lo largo de la historia, el objetivo ha sido común: acortar las distancias.
Hechas en el siglo IV, Algunas calzadas romanas sobreviven hoy en día y sirven como atractivo turístico |
Tan antiguas como la rueda
Las carreteras son más antiguas de lo que se pudiera pensar.
En un inicio estaban ligadas a la religión, como lo demuestra el tramo de casi un kilómetro que existe en las proximidades de
la gran pirámide de Keops en
Egipto, la cual tuvo como objetivo servir para la construcción de la magnánima tumba faraónica y tiene una
antigüedad aproximada de
5,000 años. Pero aunque la
rueda ya existía para entonces,
esta primera carretera era más una pista de
arrastre en donde los grandes bloques empleados para la citada construcción, eran deslizados por medio de cuerdas
que jalaban animales de carga y esclavos. Incluso se debe hacer notar la
orientación que les daban los
egipcios, de Oriente a Occidente, imitando el curso del sol y siguiendo la
dirección que usaban
durante sus actos religiosos.
Posteriormente los griegos hicieron también sus carreteras, en las cuales fueron
encontradas frecuentemente unas ranuras de cierta profundidad y separación regular que formaban
"carriles". Su objetivo era ayudar a los carros con eje rígido y sin dirección de aquella época a encontrar una forma segura de ser guiados. Sin embargo los
etruscos tuvieron mayores aportaciones al desarrollo carretero, ya que sus
trazados disponían de una
pavimentación resistente y con
canales para el agua de lluvia. Se distinguieron también por el desarrollo de sus conceptos
urbanísticos, teniendo
como punto básico un sistema en
forma de cruz, formado por dos carreteras principales, el decumano, que corre
de Oriente a Poniente, y el cardinale, que transita de norte a sur, conceptos
que fueron tomados y maximizados por los romanos para llevar a cabo sus
ciudades.
Todos los caminos llevan a Roma
El gran desarrollo de las carreteras comenzó con el advenimiento y predominio de los
romanos, quienes absorbieron las técnicas de los pueblos que conquistaron, perfeccionándolas y extendiéndolas a un plano mayor que el uso
urbano, estableciendo conexiones que llegaron a todas las regiones y que
formaron su imperio. Las razones obvias de su tesón por el desarrollo de estas, era tener una mayor capacidad de respuesta
militar y mejor comunicación entre Roma y sus
provincias. Los romanos dividieron las carreteras en tres tipos distintos:
militares, consulares y pretoriae, mismas que son el antecedente a las
directrices del actual sistema vial. El sistema se complementaba con las
carreteras vecinales (las actuales carreteras estatales) y las rusticae o
agrariae (carreteras rurales). Se estableció un sistema de servicio postal en la época de Julio César y también implementaron un reglamento de
construcción y tráfico, puesto que se ha comprobado la
existencia de prohibiciones de circulación, sentidos únicos y algunas
restricciones. Por citar un ejemplo, la "lex Julia" del año 45 a.C. prohibía la circulación de vehículos pesados
durante el día. La construcción de las carreteras constaba de cinco
capas con espesores distintos y materiales tales como cal, arena, piedras de
diversas dimensiones, trozos de ladrillos y tierra.
El desarrollo de las carreteras romanas fue
impresionante, sólo en Galia
(Francia), se construyeron unos 4,000 kms de vías y centenares más en Gran Bretaña, España y todas las demás provincias.
LAS PRIMERAS CARRETERAS |
Decadencia y resurrección
Con la caída del imperio romano viene un abandono e indiferencia que terminó por destruir casi por completo toda su
asombrosa red de carreteras.
Esto dio como
comienzo a un largo periodo de varios siglos que marcó una evidente regresión en el sector carretero. Y fue hasta el siglo XV que se consideró indispensable la disposición de carreteras que permitieran el
desplazamiento de tropas, pertrechos y equipos bélicos que utilizaban ruedas con rapidez y eficiencia, lo que
obligo a la reconstrucción carretera de
Europa. En el siglo XVI, el imperio de los Habsburgo inició un proceso de reconstrucción carretero con el objetivo de implantar un
servicio postal que también transportara
personas. Para 1716 el rey Luis XV instituyo el cuerpo de ingenieros des ponts
et shaussées, que pocos años más tarde erigió el 1747 la célebre escuela de la Sorbona de París. Los progresos se hicieron más regulares y continuos dando lugar
posteriormente a la aparición de los primeros
ingenieros de caminos.
PRIMEROS PUENTES ELEVADOS |
La interrupción del ferrocarril y la aparición del automóvil
El brillante
resurgimiento de la carretera y los progresos de sus nacientes ingenieros
fueron interrumpidos por la aparición de un medio de transporte revolucionario para aquellos tiempos:
El Ferrocarril de
Vapor. Fue inaugurado el 25 de julio de 1814 en la antigua mina de Killing
Worth, dando comienzo una nueva era que hizo denominar al siglo XIX como
"el siglo del Ferrocarril". Su
victoria fue aplastante en un inicio y relego a las carreteras para ser usadas
por carros con caballos y a los primeros raros, molestos y ruidosos automóviles de vapor. Su evolución imparable se encontró con problemas que descomponían con frecuencia a los primeros automóviles. El polvo que levantaban al pasar y
el estado irregular de las carreteras. El primer problema trato de ser atacado
al esparcir alquitrán sobre los caminos
y posteriormente quemarlo. Después se intentó el mismo método pero con petróleo, obteniendo de igual manera
resultados poco satisfactorios. La solución que le dio forma a las carreteras como las conocemos vino de la
mano de un francés de apellido
Guglielminetti que afrontó el problema desde
un punto de vista higiénico, dado que era
médico. Sustituyo el
alquitrán por el asfalto
para quitar el polvo. Su inesperada consistencia dio paso a una rápida, sucesiva e interrumpida serie de
mejoras técnicas que han
llegado hasta nuestros días.
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