martes, 31 de marzo de 2015

DE LA NIÑEZ A LA ADOLESCENCIA




LOS PRIMEROS AÑOS, DE LA NIÑEZ A LA ADOLESCENCIA

Horch-Phaeton-1901


El desarrollo del automóvil como lo conocemos es el resultado de personas que en muchos de los casos jamás se conocieron. Los primeros intentos se parecían más a una locomotora de ferrocarril a escala reducida que funcionaban con motores de vapor que quemaban su combustible fuera de los cilindros.

Estos fueron los precursores de los motores de combustión interna que funcionaban quemando una mezcla de aire y combustible en el interior de sus cilindros. El primer gran salto tecnológico viene de la mano del ingeniero alemán Nicolaus Otto, quien tuvo la gran idea de sustituir el gas por la gasolina y hacer que la mezcla de ésta con el aire se comprimiera primero dentro del cilindro antes de inflamarla, incrementando considerablemente el rendimiento y la fuerza que se genera. Este método, conocido como Ciclo de Otto, se desarrolló en 1876 y es empleado hasta nuestros días en los motores de gasolina y diesel con un grado de perfeccionamiento verdaderamente asombroso.

De los talleres del padre del motor (Otto), salió primero un ingeniero de nombre Gottlieb Daimler para instalar su propio taller cerca de Stuttgart en 1882. Poco después se le unió otro ingeniero venido del mismo taller, Wilheim Maybach. Juntos ese mismo año, desarrollaron un motor ligero de alta velocidad que giraba a 900 rpm, muy superior al motor fabricado por el conde Otto, que sólo llegaba a las 200 rpm. Este motor fue adaptado a un coche de caballos al que le quitaron las lanzas que lo conectaban a los corceles.

1885 Se convirtió en una fecha clave dentro de la historia automotriz, debido a que Karl Benz, a quien muchos consideran el padre del automóvil, empezó a comercializar un triciclo motorizado que desarrollaba una velocidad máxima de 15 km/h, dando comienzo a una verdadera revolución social y tecnológica que cambiaría para siempre al mundo y lo haría girar en torno al automóvil.

BENZ VELO


Un año después, en 1886, Daimler construyó su primer vehículo de cuatro ruedas.

Un abogado de nombre Edouard Sarazin, conocido de Daimler, sirvió como puente para llevar el motor del alemán a tierras francesas, cuyas leyes prohibían la importación de motores y exigía que fueran fabricados en Francia. El desarrollo teutón fue puesto en las francesas manos de Emile Levassor y René Panhard, quienes desarrollaron su primer modelo en 1890. El auto tenía el motor montado en el centro del chasís. Al año siguiente cambiaron la posición hacia la parte delantera, configuración predilecta para el corazón del auto de ahí en adelante.

Levassor también aportó en sus modelos la caja de cambios y el embrague en lugar de la transmisión por correas. Estableció el esquema de motor delantero con tracción trasera y también legó el paquete de tuberías recubiertas con aletas de refrigeración, que es más conocido como el radiador de agua.

Para 1897, año en que murió Levassor, el automóvil ya había adquirido la personalidad que todos identificamos. Los motores empezaron a ser fabricados en línea (los hubo de dos y cuatro cilindros en V, que fue la disposición más adoptada en un principio). También hubo aportaciones inglesas por parte del ingeniero Frederick Lanchester al que le preocupaban las excesivas vibraciones y ruidos que generaban los autos de la época. Su auto más famoso fue el de dos cilindros del mismo año, que presentaba una caja de cambios epicíclica (muy parecida a las actuales) en lugar de cadenas y un curioso pero ingenioso motor, fruto de su propia imaginación que funcionaba totalmente equilibrado debido a la integración de dos cigüeñales que giraban en sentidos opuestos cancelando las vibraciones. También patentó un sistema de lubricación que funcionaba por medio de una bomba de presión que mantenía mejor aceitado el motor que las salpicaduras que provocaba el giro del cigüeñal sobre el aceite.

Sin embargo los franceses no dejaron de aportar ideas. El conde Albert De Dion se asoció con el constructor Georges Bouton y de esa unión surgieron, por ejemplo, la suspensión trasera que lleva su nombre (eje De Dion) y motores que se elevaron a 1500 rpm. Fue debido a los motores de Daimler y De Dion Bouton que otros fabricantes pudieron aprovechar y copiar estas plantas de fuerza y darle un impulso a esta naciente industria.

CADILLAC 1911


FORD T DESCAPOTADO




La adolescencia y el siglo XX

Con la consigna de lograr cada vez más velocidad, se empezaron a implementar las carreras de autos, que al igual que ahora, buscaban dar renombre y valor a los pilotos y fabricantes.
El cónsul austro-húngaro en Niza, Emile Jellinek, era un gran entusiasta de las carreras y conocedor de, valor agregado que da el participar en ellas, por ello le solicitó a Daimler un auto con ciertas especificaciones para competir y promover su venta en distintos países europeos y Estados Unidos. Daimler ya había cedido su nombre a distintos fabricantes (Inglaterra, por ejemplo) y por esta y otras razones Jellinek bautizó el auto con el nombre de una de sus hijas: Mercedes.

El diseño del primer Mercedes en 1901, corrió a cargo de de Wilheim Maybach, ya que desgraciadamente Gottlieb Daimler había fallecido en 1900 sin pensar siquiera que su empresa se fusionaría con la de Karl Benz en 1926, dando origen a la mítica Daimler-Benz y su afamada marca Mercedes. La tecnología que Maybach imprimió al auto fue notable para la época. Fue el primer modelo en utilizar un chasís de escalera todo en acero estampado, entre otras cosas, dando el paso evolutivo definitivo entre un carruaje con motor y un automóvil como lo conocemos hoy.


Aunque en Estados Unidos también había una muy importante efervescencia automotriz encabezada por Henry Ford, William C. Durant (General Motors), Henry Leland (Cadillac), David Dumbar Buick, los hermanos Doge y otros muchos nombres más que le dieron un empuje definitivo a la industria automotriz, la historia nos muestra que el punto de ebullición tecnológico ha estado, y sigue dando de qué hablar, en el llamado "Viejo Continente"   

FORD T


Napier-de-1903

Oldsmobile-Curved-Dash-de-1904


Panhar-Levassor-de-1891

Peugeot-Type-BP1-de-1913


Rolls-Royce-Silver-Ghost-de-1906

Spyker-de-1903










lunes, 30 de marzo de 2015

DE LA MADUREZ A LA ESPECIALIZACIÓN

DE LA MADUREZ A LA ESPECIALIZACIÓN


La Madurez

En sus inicios, los automóviles eran prácticamente una disminuida evolución de los carruajes tirados por  caballos. Se partía de un bastidor de tubos o madera al que se le montaban las ruedas y el motor ya sea por delante o por atrás, según las preferencias de su creador. Después se instalaba la carrocería, expresamente hecha por artesanos que también provenían de la elaboración de carruajes. Como eran muy costosos, sólo la clase pudiente podía comprarlos, por lo que su diseminación fue muy lenta.

Pero la creciente mecanización en industrias enormes como la textil o minera hicieron que la introducción de máquinas adaptadas a ciertas tareas, agilizara la construcción de estos primeros vehículos.

Sin embargo, fue hasta el arribo de la producción en serie creada por Henry Ford que la masificación del automóvil se volvería una realidad. La obsesión por apurar el ritmo de la cadena hizo que los trabajadores se especializarán en un área, lo que reducía el tiempo de montaje pero ocasionaba otros problemas como enajenación mental. Pero el sistema estaba propuesto. Sobra decir que estas máquinas producidas en serie destacaban por la facilidad de armado y reparación pero escasa variabilidad en su carrocería. En contraste las técnicas de fabricación y mecanización fueron evolucionando. La carrera tecnológica entre los fabricantes de automóviles estaba iniciada ya nadie la podía parar, por lo menos en términos económicos.

LAS MÁQUINAS AYUDARON A FABRICAR AUTOS EN SERIE


Tras estos primeros autos en masa, siguió la investigación por parte de personajes de increíble tesón e inteligencia extraordinaria. Uno de ellos fue André Citroën, que en su afán de ganar la punta a sus competidores como Renault apostaba mucho a la tecnología. Sus mejores resultados fueron la tracción delantera y el esquema de construcción monocasco, que eliminaba la presencia de un bastidor y optimizaba las funciones de la carrocería al volverla autoportante. Durante los años veinte y treinta, surgieron los vehículos más hermosos, pues la premisa era la belleza estética y motores muy potentes aunque no existieran suficientes caminos por donde llevarlos a andar.

Pero ahí no terminaba la etapa de madurez, ya que la evolución continuaba, tal como ocurre en la naturaleza. La Segunda Guerra Mundial al igual que la primera, destrozó Europa y dejó como gran ganador a Estados Unidos, que aprovecho los siguientes años para darle un nuevo empuje al automóvil. En esta ocasión el estilo de vida americano se imponía como ejemplo de éxito y a pesar de de la dura recuperación, Europa y Japón aprendieron los sistemas de fabricación, los trasladaron y adaptaron a sus necesidades y problemáticas locales. Fue en los años sesenta cuando surgen los estándares de calidad constante y también la preocupación por la confiabilidad mecánica. Pero en los años setenta cuando la crisis del petróleo origina una nueva oportunidad tecnológica a fabricantes considerados menores como los japoneses, quienes ya dominaban la filosofía de mejora continua, ideas de (Edward Deming, 1950) aprovechadas por el perfeccionismo de de ingenieros como los primos Kiichiro y Eiji Toyoda, fundadores de Toyota Motors. La reducida disponibilidad de combustible en Japón y Europa hace que el consumidor apunte a motores pequeños pero muy eficientes. Honda aprovecha el descalabro político de Occidente e introduce su motor CVCC de alta confiabilidad y muy bajo consumo de combustible que lanza a la marca en el escaparate del mercado estadounidense.

A ello se le suma la creciente automatización que alcanza su punto álgido con los primeros robots industriales a principios de los años ochenta, que a pesar del elevado costo inicial y ahora precaria flexibilidad, significaron un salto muy grande en temas de consistencia de tareas repetitivas o de gran exigencia física como la soldadura.

Justo a esto, surge la inyección electrónica y la preocupación por las emisiones y el daño al medio ambiente, a tal grado que los gobiernos se han visto en la necesidad de aplicar verificaciones que en la actualidad se han vuelto muy estrictas.

PRODUCCIÓN EN SERIE DE LOS AUTOMÓVILES


La Especialización

Nuevamente las empresas estaban en guerra no sólo por la tecnología de fabricación y armado, sino que el frente se ensanchaba en áreas que antes de la electrónica masiva eran casi desconocidas como el control exacto de la alimentación de combustible o la distribución variable. Además los equipos de sonido eran los primeros que avizoraban un futuro confortable dominado por los chips. Fue en la década de los noventa que surgió el último brinco dentro de los automóviles. La seguridad y la eficiencia se volvían argumentos de mucha fuerza en todas las áreas que el automóvil tocaba. Desde los temas de protección en seguridad pasiva y activa como frenos ABS o bolsas de aire en masa, sin dejar de lado la máxima comodidad como calefacción automática, aire acondicionado o una cabina de casi perfecto diseño ergonómico. A ello se sumaba la incorporación de nuevos materiales, que en los últimos años se ve reflejado en autos más grandes y resistentes pero menos pesados gracias a aceros ultrarresistentes, plásticos de gran durabilidad e incorporación de materiales ligeros como aluminio y magnesio.

Y es así como hemos llegado al punto que estamos viviendo, al cual quizá le podamos llamar " la última edad dorada del automóvil" como lo conocemos. Hoy en día se puede adquirir tipo de vehículo con el desempeño de un deportivo o la habitabilidad de un auto grande con el rendimiento de un subcompacto. Todo aderezado de la más reciente comodidad que brinda la electrónica, tecnología y diseño pueden otorgar.


Podemos decir que un auto es: "UNA EXTENSIÓN DEL HOGAR MONTADA EN CUATRO RUEDAS"

EL AUTOMÓVIL CON TODA LA TECNOLOGÍA AL ALCANCE DE NUESTRAS MANOS

sábado, 28 de marzo de 2015

LOS INICIOS

El invento más reconocido de toda la especie humana debe ser el automóvil. Su uso y expansión ha modificado profundamente tanto la fisonomía de los núcleos urbanos como de las expectativas de vida del hombre mismo.

Su evolución va aparejada a las necesidades y visones de crecimiento personal, así como de las colectividades, sin dejar de lado los quiebres históricos como las guerras, que han sido un serio detonante al igual que las revoluciones sociales en que ha participado como elemento de futurismo o realización.

El nacimiento, crecimiento, primeros pasos y consecuente maduración de una máquina que inicialmente  fue concebida como una curiosidad de los tiempos modernistas del siglo XIX, no es fácil de resumir. Pero esta breve semblanza pretende cubrir los momentos más importantes de ese vehículo que naciera en la cochera de un amante de la mecánica y sea la culminación de muchos sueños de hoy.

Primeros embotellamientos


LOS PININOS

De acuerdo a los anales históricos, el primer vehículo motorizado fue un triciclo a vapor creado por Nicolás Cugnot, a petición del ejército francés por el año 1770. Dicha máquina tiene el privilegio de ser la primera en gozar de autonomía, de ahí el nombre de automóvil: Máquina con movilidad propia.
Pero siendo prácticos, los verdaderos inicios del coche se dieron en Alemania, concretamente en Manheim, donde Karl Benz, fanático de la mecánica, había leído y aprendido mucho sobre los primigenios motores de combustión. Una consecuencia tecnológica en virtud del principio teórico que desarrollara Nicolás Otto, el ciclo térmico que recibiera su apellido y diera pauta física al motor de cuatro tiempos. La persistencia de Benz tuvo fruto en un pequeño carruaje de tres ruedas, que seguía los patrones de construcción de los entonces dominantes carruajes tirados por caballos. En esos tiempos, el mundo era muy diferente. El Occidente, concretamente Europa, se hallaba en su pináculo científico y el optimismo desbordado por las sociedades daba lugar a creer que las máquinas harían de todo, sin límites. Es muy posible que ese apasionamiento hiciera germinar las semillas del desarrollo del automóvil.

Es cierto que en los primeros años los autos eran prácticamente juguetes que presentaban serios peligros tan sólo al arrancarlos. No era obligatorio ser un matemático, pero había que hacer todos los pasos en el orden adecuado para que el novedoso ingenio endotérmico cobrara vida. Así, en sus primeras décadas, la diseminación del automóvil fue más informativa y tecnológica que material, y sólo los verdaderos ricos podían acceder a uno.

No obstante, en esos tiempos románticos dieron pauta a que surgieran muchos emprendedores en todas partes, incluso más allá de la frontera líquida conocida como el Mar del Atlántico.

Uno de esos visionarios fue Henry Ford, quien a pesar de varios fracasos y tras una metódica evaluación concibió la construcción de los automóviles en serie o cadena. Según los rumores, la observación del descuartizamiento de unas reses en el matadero le inspiró para invertir el proceso y aplicarlo en la producción de autos. Gracias a su ingenio, metodología y persistencia, logra la meta de acelerar tanto el ensamble del auto que logra reducir los precios de una forma increíble.
Cumplió su sueño de ofrecer un vehículo a cada estadounidense.

Henry Ford



Presentando el tributo al automóvil

La historia del automóvil



Desde hace más de de 120 años comenzaron a rodar por los caminos de Europa los primeros autos.
Parece que fue anteayer cuando las ruedas de estos autos con mucha madera y casi nada de fierro dieron sus primeras vueltas.

Desde entonces, los autos han evolucionado a una velocidad impresionante, con mejor seguridad, confiabilidad, rendimiento, velocidad y confort, hasta límites que nadie pudo haber imaginado en aquellas épocas.

La historia más moderna del ser humano no se puede entender sin el automóvil.

Se trata del invento que más potenció el intercambio de culturas entre los pueblos y así mismo otorgó de libertad a los hombres. Pero además de todo esto, el auto ha servido para fomentar las relaciones económicas entre distintas zonas, permitiendo un transporte rápido que hace mucho más dinámicos a los Países.

Pero el auto también es pasión y no sólo por lo que emanan de sus carrocerías, motores o interiores, sino porque más de 100 millones de personas tienen un salario gracias a una industria eficaz, dinámica y que ha con contribuido como ninguna otra al desarrollo de nuevos y eficientes sistemas de producción.

Así qué en forma de tributo al AUTOMÓVIL, iré escribiendo entradas abordando todo lo que rodea a este maravilloso invento, y también iré colocando entradas sobre las principales marcas y su evolución a lo largo del tiempo.


Espero lo disfruten.